La lluvia me moja nuevamente, el sol vuelve a no salir, tengo hambre, tengo frío, estoy empapado. Hoy encontré un viejo abrigo que pensé podría hacerme feliz. Cuantas veces nos hemos cruzado sin reconocernos? Mi vida gira como un amarillo tornasol serenense que me espera mientras me preparo para atraparlo, mientras espero pacientemente el anzuelo, mientras me visto para ir a comprar pan, mientras nuestras almas perdidas se buscan, mientas el futuro se esconde tibiamente de nosotros y no nos deja ver ni siquiera un poco de nuestro futuro, juntos, lejanos, asombrados de haber vivido tanto y tan poco.
El caso es que todo puede ser, uno puede ser dos, dos puedes ser cuatro y así hasta el infinito de las posibilidades abiertas, como aquella puerta en el desierto, o como la 4PM.
Algún día llegará contigo acuestas y tal vez te guste Pink Floyd y tal vez seamos como un mar de algo o un viento o una estrella tal vez, quizás, aún, todavía, lejana.
Cuantas palabras tendré que ver pasar, cuantas veces viajaré al mundo submarino a comunicarme con alguna ballena de mi planeta, cuantas veces tendré que volar a alguna estrella tal vez, quizás, aún, todavía, basta!, lejana.
Nada es seguro y tal vez, quizás, aún, todavía, basta!, fin, es cierto que hasta lo más seguro es inseguro, lo más cierto incierto, lo más visto invisible. Tal vez, quizás, aún, todavía, basta!, fin.
Tú eres mi invisible mujer que has pasado frente a mi como una estrella que vimos juntos alguna noche.
Solo queda decir que todo puede ser, que todo es posible porque hasta lo más posible es imposible.