curioso orgullo
La curiosidad es infinita, por lo menos la mía. El infinito es inalcanzable, mi curiosidad es inalcanzable, insaciable. Yo no se si es paciencia o timidez, a veces pienso que es más bien lo segundo, pero también existen los momentos, y ejercito mi paciencia para esperarlos, la pancha por ejemplo, es un bonito ejemplo de cómo la paciencia no era una opción y desastre es conocido. En este caso en particular el momento esta lejos de llegar, cuando cruzamos miradas más que magia hay lata, lo que es una muy mala introducción para las palabras.
Dicen que la memoria peleó con el orgullo, ganó el orgullo.
Dicen que la memoria peleó con el orgullo, ganó el orgullo.


1 Comments:
...no el mio...
me pregunto Tanito Caballero, lees estos comentarios? esperas respuestas, o te atormentas en la dulce incertidumbre???
...nunca gana mi orgullo en esa guerra; y es una suerte!
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