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La historia empezó el año 94 ó 95. Era mi primera clase de resistencia de materiales. Me acuerdo que la sala era la F22 que es una sala más ancha que larga. La F22 tiene la particularidad que las puertas están por los costados, cuando entré a la sala, lo primero que vi fue ella sentada en primera fila al centro. La imagen detuvo el tiempo unos instantes, hasta que me di cuenta que el tiempo solo estaba detenido para mi y otros querían usar la misma puerta para entrar. No se si aprobé o reprobé este ramo, tampoco era lo importante es ese momento, solo me importaba lo que pasó por mi cabeza en ese momento en que se detuvo el tiempo “tengo que conocer a esa mujer”, durante los siguientes meses recurrí a todas las artimañas imaginables para llamar la atención, y efectivamente lo logré, pinte el mono como loco y finalmente lo que logré fue que al verme me reconociera y saludara. A pesar que esto en ningún caso es conocer a alguien, no me preocupaba demasiado, sabia que tenía todo el tiempo del mundo y por eso apurado no estaba. Al semestre siguiente el destino o la casualidad hicieron que coincidiéramos nuevamente en un ramo.