jueves, agosto 24, 2006

No podíamos más

No podíamos más, reventábamos de dolor y no podíamos satisfacernos, fue miserable una avión rompía el silencio de la noche mientras la besaba, y el dolor se hizo más grande al saber que sería la última vez que sentiríamos un momento como este lleno de amor y de necesidad mutua que nos mantenía vivos.
Adiós a los aviones, váyanse aves malditas que no nos dejan soñar con lo más profundo de nuestros seres, váyanse de una vez por el camino en que llegaron bichos endemoniados.