13 de enero de 2001

Hoy es 13 de enero de 2001 pero todo volvió a ocurrir el día 3 de diciembre de 2000, hace poco más de un mes me gradué, algo que en realidad tanta importancia, era sólo una ceremonia, una chochería para los padres. El tema es que tu también tuviste que graduarte ese día. Cuando lo supe me puse a mil y a cero. A mil por mi corazón que saltaba ansioso, hacia tanto que no te veía, lo deseaba tanto. Hasta hoy no se me ocurre algo que desearía más, pero no nos adelantemos. Nos miramos pero no nos hablamos y sonrisa brilló. Fulminante fue tu palabra para describirlo al día siguiente. Era 4 y decidí por unos segundos olvidarme de mi condena, te llamé, fue hermoso, nos vimos ese mismo día, caminamos por el parque forestal, nos pusimos al día, nos sorprendimos, nos recocimos. Ese día quedé totalmente embrujado, bueno, aún lo estoy. Te quiero mucho, no sabes cuanto, creo que ni yo lo se, lo que siento por ti no deja de sorprenderme. Hace unos años atrás, sentados en una plaza te dije que me gustaba mucho tu cuerpo, y te conté la historia de la niña que estaba con su marido por la plata, y reconocí que era feo decirlo, pero era más feo ocultarlo, dije. Hoy deja de importarme si eres bonita o fea, rica o mala, hoy estoy dispuesto a aceptarte como vengas, como seas, ya no se si avanzamos o retrocedemos, y tampoco quiero enrollarme en eso, lo que se es que tengo la esperanza de que todo viene para mejor, no importa que sea lo que pasa, todo será para mejor, aunque me encantaría que fuese contigo.